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martes, 18 de agosto de 2009
Las razones de un falso pensamiento
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Una primera instancia esencial que funciona como fundamento de los modelos sociales, son las creencias, que como sociedad y lugar determinado posee para establecer su singularidad como determinante, asimismo éstas provienen particularmente de la fe idealizadora instituida en un interés benefactor, donde prima la verdad universal que el individuo estima conveniente, y no prevalece el estricto fundamento racional mucha veces no considerado por los individuos afectados como también por el colectivo en sí, llamado sistema. Consecuencia de esto se educa a los sujetos residentes a través de estos métodos, por lo que su enseñanza se basa esencialmente en cánones impuestos potencialmente verdaderos radicados en emociones, pasiones o sentimientos, prevaleciendo éstos en virtud de los asentados en un argumento netamente legítimo racional y más fidedigno, dando como resultado una formación de creencias más que una educación fundada.
Otro respecto a considerar en los paradigmas sociales es que la gran mayoría por no decir todos, son impuestos a los sujetos como base de significado y coherencia de la compresión de su entorno, por lo tanto, una vez más el arquetipo cae en un gran defecto de establecer una norma, no dejando lugar a la libre determinación de los sujetos por optar o no a este sistema. De esta manera, se establece que las sociedades están constituidas de seres que, en primer lugar, creen en una verdad no fundamentada en la razón y peor aún impuesta como legitima. La consecuencia de esta última es que el ser humano al percibir este modelo como representación de su entorno, disminuye todo lo que lo rodea a su comprensión establecida, sin dejar cabida a una nueva determinación, siendo más literario el paradigma ciega e impone una verdad aparente.
Desprendido de este último argumento se deriva uno quizás mucho más práctico que suele servir de ejemplo para esclarecer la inclinación del modelo hacia el error, éste es la concepción egoísta que se instituye a partir del paradigma como verdad absoluta por la que el yo construye su vida, puesto que todos estos juicios son exclusivamente abstractos pertenecientes al ser humano como especie dominadora, cuyo fin es su bienestar y supervivencia. Así actúa como amo y señor de su medio creyendo ser el único que posee derecho a vivir en un lugar determinado, adaptando todo tipo de cosas y seres no racionales como medios para un singular fin. Pero es aquí donde esta estructura que mal educa hace caer al hombre en equivocaciones con respecto a sus pensamientos, puesto que el ser humano excluye dentro de sus creencias a los brutos, sean estos fauna o flora, que conviven junto a él y no para él, es por esto que el sujeto presa del paradigma cae en profundas nociones individualistas con respecto a su especie y otras, captadas sólo como instrumentos para satisfacer sus necesidades.
Aun así, estos ejemplares sociales suelen ser de provecho y de necesidad para una educación primaria, dentro de todo lo que el ser humano logra concebir intrínsecamente en su pensamiento, ya que diversas reglas fundamentales de la existencia son entregadas por medio de este sistema de creencias a priori a cualquier conocimiento concebido, pues se materializan en plena etapa de la niñez lo que logra crear identidad dentro de un mundo sin la dicha y mejor aún si en alguna instancia se suele errar en el desarrollo del pensamiento de los seres humanos a partir de los paradigmas, este debe por obligación mejorarlo con respecto a las generaciones posteriores que subyacen.
Como derivación de todas las consecuencias, y dejando las utopías para otra ocasión, es que el individuo por ser habitualmente de naturaleza egocentrista es de saber que si no fuera por una revolución o una ley suprema que lo prohíba, jamás abandonaría un sistema de creencias que funcione a favor de sus inclinaciones. Además, eximir de sus problemas a otros es de suma irresponsabilidad de parte de los sujetos del presente, pues a saber de una mala acción está la obligación de contrarrestarla con otra contraria, sin dejar tales responsabilidades a futuras generaciones que, por lo mismo, se verían invadidas en su infancia de este modelo erróneo. Siguiendo todo de la misma manera.
Asimismo, el problema del paradigma es la condición que crea en el sujeto, y las consecuencias que éste mismo engendra para establecerlo como realidad, una muy errada claro, pues sistemas creados en derivaciones de la razón manipulan la conducta del individuo de manera tal que obedece más a facultades secundarias que a la razón misma, de esta forma el ser humano obra y piensa irracionalmente, o sea que su pensamiento o toma de decisiones no son las más apropiadas.
El yo a través de la razón es capaz de establecer infinitos conceptos abstractos, de los cuales la mayoría son utilizados como base para la vida en sí. Asimismo logra componer creencias e ideas (religiones, corrientes ideológicas, teorías entre otras), que se anteponen a la razón por parecerle más armoniosas, tomando aquéllas como fundamentos de la vida, aun sin evaluar que tales creaciones son o no razonables, transformando estas creencias en una falsa razón que es la predominante en el vivir del ser humano.
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de todo esto estábamos hablando el otro día .. se imprime!
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