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domingo, 2 de agosto de 2009
Lamento que todo esté tan lejos
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Desepcionarse es parte del encanto.
El zorro no necesita de máscara, ni la máscara necesita de un zorro.
Peor incluso a la máscara, suele ser la banda que la soporta.
Entre la tragedia y la comedia están las mejores representaciones.
Quién dice máscaras, si no son más que rostros desfigurados por las mismas. Hoy ya nadie las utiliza.
Es mejor esconderse, que estar como un no presente.
Son más oportunas las caretas, incluso más que un mal maquillaje.
Mira a tu alrededor, verás que todos sonríen, aparentemente.
Si hay algo que me diferencia del reino animal, es el derecho a esconderme tras la misma distinción.
Todos somos ajenos a lo conocido falsamente.
La tierra no sabe distinguir caras, las caras no saben distinguir la tierra.
La amistad crea en el hombre un falso sentimiento de comprensión interesada.
Lo mismo es el hombre al universo, como las hormigas al hombre.
En su envidia más evidente con respecto al poder, el ser humano condenó al tiempo a girar en círculos.
Cuidado con las mariposas, son ellas las que cierran las puertas.
Ante la denominación de terrícola, todos somos iguales, mas quienes proclaman el bien a causa de la conmiseración, tienen en sus espaldas las llagas de la superioridad. Esto no tiene mérito.
Saqué todas mis máscaras y aún me queda una.
Entre la máscara y un rostro puro no hay diferencias.
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