miércoles, 12 de agosto de 2009

Extasiado

Caminando, las sombras se apoderan de lo incalculable que suele ser su reflejo, por todo el cúmulo de pensamientos que de él se apoderan. Para hacer justicia pretende hacer más de un quite a su reflexión idiota para no confundir, constantemente, lo que siente con lo que piensa. Aunque todo le da lo mismo, no por desinterés, más bien por un disgusto consigo mismo al intentar despegar su vida de la existencia inauténtica, despegarse en última instancia del sujeto sujetado que no pretende apartarse por mucha razón que ponga.
Piensa o siente, él aún no lo sabe, que no vale la pena seguir en lo mismo, pues no es él quien vive, sino otra persona dentro de él que lo mantiene siendo quien es, o sea lo ampara siendo un no ser indeterminado. Es extraño que sabiendo lo que le sucede no pueda hacer de él una cuestión tan simple como dejar de ser un no ser, para poder definitivamente ser libre. Quizá cree que los comentarios del mito son verdaderos y que el sol es aterrador, no se imagina soportar todo lo que lo espera, piensa quizá no encontrar sombras si en algún momento pretende descansar de la radiación que lo ciega. Siempre todo fue entregado en su mano, donde el sol está todo se debe conseguir personalmente, eso le disgusta, eso es lo que cuenta.
Se deja morir por su ignorancia y su falta de ánimo en las lecturas. Solo se quedó con la lección platónica del mundo.
Las ideas son una porquería, - le he dicho miles de veces - Dejarse llevar por los sentidos es lo mejor, ¿no sabes lo que es el instinto? -me miro aterrado.
Despierta que es lo piensas, - ya con cólera- crees acaso resolver un problema, ganarte la vida volviendo en círculos tu pensamiento.
La Internet me tiene así – dijo en vos baja – pretendo escribir una novela con respecto a mi inquietud.
Tú eres un sin sentido. – le grité.
Se fue al colegio a realizar las clases.

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