sábado, 29 de agosto de 2009
Los cuatro pasos de la verdad
Ayer fui al zoológico con nachito, mi hermanito chico, tiene cinco años. Desde temprano nos paseamos por toda la variedad de especies del lugar. Mi hermano pequeño se encanto con las aves y los lobos marinos. Qué son, cómo se llaman. No paraba de preguntar, ni de maravillarse. Tanto era su asombro que se entristeció, e inocentemente me preguntó por qué estaban encerrados. Abrumado por la pregunta y mi falta de respuesta, avergonzado no le respondí. Una oscuridad calló a mi lado, él sabía que todo esto no era correcto, quise por un momento estar arrestado.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario