sábado, 20 de junio de 2009

Para los animales todos ustedes (los humanos) son unos "nazis" y "toda" la vida un eterno Treblinca.


El día de la libertad
Desaté las riendas a escondidas, corrió sin mirar atrás. Hoy es su día.

Nació para esto
Le pegó con su látigo. Muévete, muévete inútil buey.

  Si mansillas parte de tu esencia, declárate mi enemigo, parte fundamental de mi Némesis. Ellos, como tú , jamás sonrieron. No bailaron al compás de la genialidad de los otros. No leyeron libros maravillándose de sus propias tragedias, no celebraron días de ningún tipo. Ni el de su propio nacimiento, serás mi enemigo, parte de mi Némesis, pues le quitaste lo más importante que tenían sin ellos saberlo. Porque tuviste las herramientas y decidiste por la mas fría levedad, la idiota tradición, que tampoco ellos gozaron. Las ciencias, que para tu goce algo aprovechaste, porque medicina jamás probaron, mas si alteraciones, las que definieron ustedes en derechos, es más, derechos no tuvieron, ni conocieron, tampoco calor, amistad por parte los grandes, a quienes miraron siempre por sobre sus orejas, no concibieron los idiomas, aun así jamás te tomaste la molestia de comprender el de aquellos. Será que eso los tiene donde están. Salud no tienen, precio sí, al parecer, pues cosas son y no alguien. Declárate mi enemigo, parte de mi Némesis, pues no estoy a tu favor, no soy de tu tipo, tampoco del otro. Si te saludo y te sonrío no me creas, es ganarme tu confianza, pues sé que ya no la tengo. Como sé que tampoco tengo la de aquellos, mi nacimiento es un insulto, como tú lo eres ahora. 
   Entretención en cuatro esquinas, a costas de ellos mismos, no te vastó el hecho de mirarte a la cara y avergonzarte de lo que hacías. Esparcimiento lo que sobra, lo que les quitaste. El derecho natural de ser lo que desean, estudiar, aprender y no sabes de respeto y amor, por esta razón formas parte de mi Némesis, mi enemigo, pues elaboraste poemas y novelas de lo más profundo de tus sentimientos hipócritas, siempre tú y tú y tu egoísmo. Creaste teoremas y leyes que te declararon rey de la cosas sin voz, imaginaste dioses que te concedieron la palabras, algo que muchas veces quisieron y los ignoraste, temblando al frío de tú mirada desinteresada por el clamor mudo. Pues mudas son todas las cosas que no existen para tu amplio diccionario, te alarmas cuando te llaman víbora, enfureces si te digo perro, lloras si tu madre es una perra, insulto si eres un asno. Humano para sentirte orgulloso, orgulloso del mal, del dolor, de la muerte y el sufrimiento, declárame tu enemigo, parte de tu Némesis, así lo merezco.

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