jueves, 18 de junio de 2009

Donde no hay lenguaje (o humanos) es el Edén





“Hoy la lluvia se apodera de los rincones, mis manos son las únicas que percatan el frío. En este lugar no se distinguen las estaciones, árboles no hay. Asómate al agua y lava tu error. Aprende del agua…”

Ya muchas cosas sabes del individuo, en estos días comienza por otras cosas, que el sol te indique por donde comenzar.

La casualidad es tan irrelevante, que todo placer de allí proviene.

Busca dentro de ti el desorden, da a luz el desorden.

Lo profundo se logra fuera, no en uno.

Mírate las manos, no son acaso tu vivo reflejo.

Observa por dentro de ese artefacto y estarás por siempre allí, Jamás nadie se atreve a salir.

El canto deslumbra, pues deslúmbrate .

Todos los ríos dan al mar, como yo al abismo.

Cierra las ventanas, las voces golpean fuerte.

No se lee de ningún tipo, tiempo no hay para escribir.

¿No te aburres de ti?, no te aburres de preguntártelo.

Las bestias viven en el bosque oscuro, las otras duermen en las ciudades claras.

Los árboles; oxigeno, ellos; ?

En el horizonte todo se mezcla.

Alejarte es lo mejor, también el miedo de enamorarse.

Mira tus pies y evita tropezar con los ojos.

Las gotas caen, el hombre sube por ellas.

Borrar es equivocarse, nacer de la misma manera.

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