miércoles, 14 de mayo de 2014
Contraproducente
Cuando el joven quiso cruzar la caverna lanzó un grito que rodó hasta el final,
donde posiblemente se encontraría con la supuesta bestia. Luego de avanzar a
la mitad de todo su miedo, es sorprendido por el inmenso y desproporcionado
ser del astuto monstruo, que sin esperar toma el cuerpo con tan solo una mano
presionando al punto de enterrar sus garras en el pecho de una ya muerta juventud.
Dejándolo caer saltó para alcanzar otra ave.
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