domingo, 25 de mayo de 2014

Arcoiris

Siempre que llueve la veo bajar el cerro con prisa. Ese día le seguí allí,
al termino de la quebrada cerca del riachuelo. Me escondí detrás del Boldo
y observé todo de cerca.
Ella se acercó a la orilla del río, y sin poder creerlo una comunidad de
duendes y gnomos salió a recibirle, ella les entregó una bolsa con semillas.
Escuché que hacían una pequeña oración y juntos en la lluvia
comenzaron a sembrar.  


No hay comentarios:

Publicar un comentario