domingo, 10 de agosto de 2008

Pasomos de ser alguien a algo


Entré y me mezclé como una de las siete; arquitectura, música, pintura, la literatura, danza, escultura y cine. En uno de aquellos pensé haber escarbado de a poco para lograr algo, lograr salir, ser algo más de lo que son y no pude, hacerlo durante décadas blindadas por el paso de la aguja inmóvil de estos relojes miserables, molestos, epítetos más para aquello que llamo tiempo o perdido.
Fugas colaborador de la más sana ignorancia y estanco crecer amoroso.
¿Será necesario? Para impulsar la creación a lo heterogéneo, lo que no se conoce; lo que se conocía pero distinguirlo desde otro punto parado en el mismo tratando de ser imparcial o ni tanto. Qué hace tan complicada su razón teniendo la gracia de la voluntad y de la elección para optar por ser lo que soy y no como las otras especies tan maravillosas.

jueves, 7 de agosto de 2008

la pugna del amor


Baje del autobús muy pausadamente, por la queda, creo haber caminado despacio... oscuro... impaciente hasta un rato inmóvil. Con la vista sobre mi hombro casi llegando al horizonte, a ratos muy inmediato.
Ser, ¡eso fue! cuando noté la tierra sobre mis sentidos, dorada, cabizbaja, escarbando sobre sí misma.
Café derramado, improvisto y susceptible, se abalanza a mí, brisa tranquilizadora e inquieta. Por mi lado fugas, sin notarme. No más sonrió, casualmente volteo. Sentí algo que me arrolló con su existencia
Era tez del cielo, aire, tempestad cálida, algo en sus ojos, su cabello, tranquilo a los forcejeos del viento
Lleno mis pulmones, sonrió. Pues lo note sin querer. Así, sin intención de locura. Alegre por las casualidades. Asustado, impresionado. Con una primera imagen de naturaleza. Eras tú, madre tierra
No sé si lo notaste.

miércoles, 6 de agosto de 2008

filosofia para caballos y caballeros


Uno tras otro
Seguían al
Caballo de ocho extremidades
Colgando de las riendas
Apostando
Al Rojo carbón amanecido
Al tubo congelado, Los ojos empañados
Los hijos
Los apuestos chicos trabajadores en traje
El tiempo por el cuello, El bolsillo en el suelo
Las ganas en la maleta, bien guardadas
El césped recostado discutiendo consigo mismo
Todos ni siquiera son uno solo
Las postaciones llorando, comiendo ají picante
Respirando, quemadas, humo de ruedas
En el paradero mal usado sentado, de pie
Como seduciéndome, pidiéndome una limosna
Recostado dormitando, el negro, su cola mueve
Cuando lo miro, acaricio
El bus pierdo, también mi cabeza
Gano un gran amigo.