sábado, 28 de septiembre de 2019

Teníamos patas de perro

Desfilan las torrentosas rachas de su huella, se enreda el viento con los ojos de su salto devastado… se sueltan las amarras de un drenaje perfecto y se dividen los pétalos mecánicos de sus garras manantiales;
Estrepitosas cadenas salen de su cueva. Si el territorio no fue suficiente desde su mirada,
las distancias no se tornarán gigantes, mas si la cola se moverá entre las montañas. 

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