viernes, 16 de octubre de 2015

Ecauciones

-Que acaso soy el único que percibe la fatuidad en su inocencia.
-¡No!, déjalo en paz, ahora debemos pensar en como salir de aquí.
-¿Yo les dije o no? ¡no lo tomen...!
Se detuvieron un instante; se bajaron del auto.
Fumar era exquisito para calmar el ansia.
Definitivamente dejaron la maleta en el camino con el tic-tac
que ya no se oía desde lejos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario