Cuando ella es perseguida no duda en correr cada vez más rápido. ¡Su existencia peligra! Y piensa que no hay nada más terrible que morir
desangrada. Podríamos decir que en ese momento se libera; no se vive temiendo ser devorada al contrario para devorar hay que tener miedo y eso es no es precisamente vivir.
Ella piensa que quienes arrancan le temen
a la muerte y solo quienes se entregan a sus fauces lo comprenden.
¿Qué se supone que
hagamos? - me dice enojada. -¿Arrancamos o recolectamos?.
Si al final la cuestión de morir... mejor arrancar sin enfrentarlo y listo.
Aveces la elección nace experiencia: pero en mi experiencia muere toda mi elección.-
Se enrolló y me pidió que me fuera.
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