miércoles, 30 de julio de 2014

Al tercer día.

Cuando se cumplió la hora, ya estaba tirado a medio metro del cajón.
Sacó los documentos y partió corriendo al banco, lamentablemente
a esas alturas ya solo dejaban salir a los que quedaban dentro.
El cheque era por siete millones, y mañana ya era tarde. La fecha de defunción
solo se había modificado por tres días.

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