Como doctor en literatura le receto:
-Un poema de Hölderlin cada doce horas.
-Tres gotitas de la insoportable levedad... bla, bla, bla cada dos horas
-Comer de tres a cuatro porciones de frases sentenciosas, lávelas bien antes de digerirlas, sobre todo si son de Nietzsche.
Y la próxima visita... para el jueves quince.
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