Durmió poco y miró por la ventana que no tenía. Son las únicas que no le muestran nada a pesar de lo todo, lo último que escuchó fue: ¡Anda a trabajar! Era la formula para botar toda la basura, toda su basura, es la mejor manera, ya que, sus desperdicios no son reciclables y se descomponen junto con su vida. La hermosa y alegre vida.
Al percatarse prefirió ser más optimista. Comenzó a quemarla.
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